Marie Bonaparte (1882-1962), nieta de Napoleón y princesa de Grecia y Dinamarca, además de escritora francesa, fue también una psicoanalista que mantuvo una estrecha relación profesional con Sigmund Freud. Su primer contacto con él se produjo debido a su sufrimiento por la frigidez y su deseo de recibir consejo sobre su disfunción sexual.
A partir de entonces, Marie se sintió tan interesada por el psicoanálisis que decidió no solo apoyar financieramente a Freud, sino también convertirse en psicoanalista. Entre otras cosas, Marie llevó a cabo un estudio pionero sobre los orgasmos y cómo eran influenciados por la distancia entre el clítoris y la uretra.
Masturbación y orgasmos
El problema de Marie era que, aunque tenía orgasmos cuando se masturbaba, era imposible para ella alcanzarlos durante las relaciones sexuales. Su primera hipótesis fue que tal vez el clítoris estaba demasiado lejos de su vagina y que, por lo tanto, su marido no podía reproducir la misma fricción en el clítoris que ella lograba durante la masturbación.
Marie vivía en una época en la que apenas había literatura científica sobre los orgasmos, y mucho menos sobre el clítoris, el órgano del sistema genital femenino cuya punta o glande aparece en la parte superior de la vulva, pero se extiende dentro de los labios mayores, el perineo y rodea el tercio inferior de la vagina.
Para averiguar si la disposición de su clítoris era normal o anormal (y por lo tanto, obtener orgasmos a través de la penetración era igualmente difícil para otras mujeres como ella), Marie se asoció con un médico para llevar a cabo un estudio científico único para la época.
Después de reclutar a 243 mujeres, midió a todas ellas la distancia entre su clítoris y su vagina, y les preguntó sobre la frecuencia de sus orgasmos durante las relaciones sexuales.
En 1924, Marie Bonaparte publicó los resultados de su estudio bajo un seudónimo (A. E. Narjani) en la revista científica Bruxelles-Médical, concluyendo que la distancia entre el clítoris y la vagina influía en la frecuencia de los orgasmos.
Marie dividió así a las mujeres en tres tipos: las mesoclitorianas (aquellas con el clítoris ubicado a unos 2,5 cm de su uretra), las teleclitorianas (una distancia mayor de 2,5 cm) y las paraclitorianas (una distancia menor de 2,5 cm).
Lo más sorprendente del estudio de Marie es que, a pesar de sus limitaciones, su intuición era correcta, ya que análisis posteriores confirmaron que una distancia más corta entre el clítoris y la vagina facilitaba la consecución del orgasmo durante las relaciones sexuales.
Uno de los estudios más recientes sobre este tema es de 2011: se publicó en la revista Hormones and Behaviour y fue realizado por los investigadores Kim Wallen de la Universidad Emory y Elisabeth Lloyd del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, probablemente el centro de investigación sobre sexualidad humana más importante. Su punto de partida fue precisamente la revisión de los datos publicados hace casi un siglo por la nieta de Napoleón Bonaparte.
En general, se puede concluir que Marie Bonaparte llevó a cabo un estudio pionero en el campo de la sexualidad femenina y la influencia de la distancia entre el clítoris y la uretra en la capacidad de alcanzar el orgasmo durante la penetración vaginal. Sus hallazgos han sido corroborados por estudios posteriores y han contribuido al conocimiento científico de la sexualidad femenina.