Las adaptaciones de acción real de los clásicos animados de Disney han sido percibidas como un mero intento de obtener ganancias, con resultados desiguales. En lugar de crear contenido original, la idea parece ser: «Aquí tienes algo que ya les gusta a las personas. Solo vamos a dárselo de nuevo en una forma ligeramente diferente». Algunas han sido realmente mágicas (como «Pete’s Dragon» de David Lowery o «Cinderella» de Kenneth Branagh), mientras que otras han sido simples ejercicios vacíos de imágenes generadas por computadora («Dumbo» y el atroz «Pinocchio» del año pasado).

«La Sirenita» es mejor que la gran mayoría de estas películas, ya que se mantiene fiel al núcleo de lo que la gente amaba de la original de 1989, al mismo tiempo que expande la historia y los personajes de manera necesaria. El cuento literal de un pez fuera del agua, en el que una sirena hace un pacto con el diablo para explorar el mundo humano y buscar el amor verdadero, parece un tanto arcaico en retrospectiva. Ariel es una adolescente inquisitiva y rebelde, pero básicamente pasa de ser la hija de un rey a ser la esposa de un príncipe. Las clásicas melodías de Howard Ashman y Alan Menken, que constituyen el corazón y la columna vertebral de la película, se mantienen en su mayoría intactas aquí, incluyendo la increíblemente pegajosa y ganadora del Oscar, «Under the Sea». Sin embargo, en la versión del director Rob Marshall, Ariel tiene mayor profundidad y complejidad, y la joven elegida para interpretarla está a la altura del desafío.

Halle Bailey irradia en el papel principal: expresiva, enérgica e infinitamente agradable, con una mezcla de dulzura juvenil y fuerza femenina. Encuentra nuevos y refrescantes enfoques en las canciones, los momentos clave de la historia e incluso en líneas de diálogo específicas que los fanáticos de toda la vida han atesorado de la original. Y su interpretación de «Part of Your World», una canción que todos hemos escuchado innumerables veces, es inesperadamente conmovedora. Bailey está dispuesta a enfrentar todo lo que este papel le exige, tanto física como emocionalmente, y merece convertirse en una gran estrella.

Ella se beneficia en gran medida del hecho de que esta «La Sirenita» ofrece un mayor desarrollo de los personajes tanto para Ariel como para el príncipe Eric, lo que hace que su relación tenga sentido más allá de una atracción rápida y superficial. (Esta expansión también resulta en una película que es casi una hora más larga que la original, pero se mueve a un ritmo decente). El guion de David Magee establece paralelismos en su lucha por liberarse de las expectativas de sus padres protectores y afirmar sus propias identidades y ambiciones. Jonah Hauer-King, como Eric, incluso tiene su propia canción de «Yo Quiero» y tiene mucho más que ofrecer que el típico príncipe encantador y sin emociones de Disney.

Un breve resumen en caso de que haya pasado mucho tiempo: Ariel, la más joven de las siete hijas del rey Tritón, anhela visitar el mundo de la superficie y descubrir las maravillas de la humanidad. Su padre prohíbe esto, creyendo que los humanos son depredadores violentos. Ella se atreve a desafiarlo con la ayuda de su amigo pez, Flounder, y termina rescatando al intrépido aventurero príncipe Eric de una tormenta. Enamorada, acepta un trato con la bruja del mar Úrsula para intercambiar su voz trascendental por un par de piernas y un viaje al mundo humano. Si no logra conseguir un beso de amor verdadero antes del atardecer del tercer día, estará sometida a Úrsula para siempre.

Esta versión del cuento de hadas amplía la valentía y la generosidad de Ariel. También le permite pasar más tiempo con Eric, quien la ve como una víctima aturdida de un naufragio y no se da cuenta de que ella es quien realmente lo salvó, lo que fortalece su conexión. El hecho de que Ariel le explique cosas sobre el océano a Eric, incluso sin palabras, es un toque inspirado. Lo mismo ocurre con el hecho de que ella puede seguir cantando en su mente, para no estar completamente muda durante su tiempo en el mundo de la superficie. Y la forma en que logra que Eric descubra su nombre proporciona una de las muchas risas sólidas de la película.

Los actores secundarios se desempeñan de manera animada en sus roles. Como siempre, Daveed Diggs tiene un gran sentido del tiempo y entrega como el cangrejo Sebastián, quien tiene la misión de vigilar a su hija por orden del rey Tritón. Javier Bardem aporta seriedad y ternura al papel del rey. Awkwafina tenía grandes zapatos que llenar al asumir el papel del gracioso gaviota Scuttle, originalmente interpretado por Buddy Hackett, y ella aporta su propia personalidad ingeniosa. En esa misma línea, Melissa McCarthy se luce como Úrsula, reemplazando a la legendaria actriz de voz Pat Carroll y dándole su propio toque punzante al personaje.

Sin embargo, los efectos visuales son la principal debilidad de la película. Marshall ciertamente sabe cómo manejar un musical llamativo, si se me permite el juego de palabras. Después de todo, fue nominado a un Premio de la Academia por «Chicago». Pero el movimiento bajo el agua a menudo se ve plano y artificial de una manera que resulta distante. Esto es especialmente evidente al tratar de crear la sensación del cabello largo y lustroso de las sirenas ondeando a su alrededor. El número musical «Under the Sea» está lleno de colores vibrantes y la coreografía elaborada de las criaturas marinas es un deleite. Sin embargo, no captura verdaderamente la sensación de estar bajo el mar. Flounder, con la voz de Jacob Tremblay, se adapta de manera especialmente incómoda al entorno de acción en vivo, especialmente sobre la superficie del agua.

En cuanto a los mundos submarinos, una vez que has estado en Pandora, no puedes ir a ningún otro lugar. Pero la isla caribeña ficticia donde tiene lugar «La Sirenita» ciertamente es un agradable escape.