Por su practicidad y rapidez, el horno de microondas se ha vuelto uno de los electrodomésticos indispensables en cualquier cocina. ¿Qué sería de una persona hoy en día, si no pudiera calentar rápidamente un plato de comida, una taza de café o incluso hornear una pizza?
Quizá, los amantes y tradicionales usuarios del horno convencional, hayan sido los encargados de hacernos creer que el microondas es de lo peor. Según ellos, al cocinar en éste, el sabor nunca será el mismo y argumentan que el calor del fuego, es algo insustituible; entre muchas otras cosas, claro está.
Es cierto que alrededor de este aparato de cocina, se han creado varias ideas que muchas personas han tomado como ciertas, cuando en realidad son todo lo contrario. Veamos, a continuación, algunas de éstas.
La comida no queda con el mismo sabor Totalmente falso. A diferencia del horno convencional, en el microondas los alimentos se cocinan con su propia agua y, como el tiempo de cocción es menor, no llega a evaporarse completamente conservando las vitaminas B, C y sus minerales. Así, el sabor es exactamente, el que deben tener los alimentos. Además, el sabor del platillo será el mismo puesto que usarás los mismos ingredientes y la textura será perfecta mientras uses los tiempos adecuados.
Quedan partes sin cocinar ¿Has visto la cantidad de veces que has tenido que abrir el horno porque se ha cocinado mucho de un costado y continúa crudo del otro? Bueno, olvídate que eso te pase con el microondas. Debido a su Triple Distribución de Ondas, la cocción será más uniforme y, en cuestión de minutos, podrás comer los mejores platos.
Es sólo para calentar y descongelar Claro que calienta y descongela a la perfección pero, no debes olvidarte que, si posees un microondas, puedes hacer muy buenas comidas en muy poco tiempo.
Resulta peligroso excederse en el tiempo El microondas está preparado para trabajar a altas temperaturas. Para evitar problemas de salud, se debe tener mucho cuidado en el tipo de recipientes que se utiliza pues no todos son aptos para su uso en hornos microondas.
Algunos plásticos de color, por ejemplo, empiezan a desprender toxinas propias del colorante para teñir este recipiente por lo que no son recomendables para cocinar o calentar en microondas. Hoy en día el mercado ofrece una gran variedad de vasijas y menaje especialmente para uso en hornos microondas.
Puede ocasionar cáncer Seguramente te ha tocado escuchar que cocinar en el horno de microondas es lo peor que puedes hacer. Se dice popularmente que las ondas del horno pueden producir cáncer. Esto es totalmente falso. Cuando calientas o coces algún platillo en este aparato, el calor se produce por la fricción interna en las moléculas del alimento, pero estas ondas jamás se podrían comparar con las usadas para los rayos X. Científicamente no existe ningún caso documentado de cáncer causado por el uso del microondas. A las personas que se encuentran que padecen esta enfermedad se les prohíbe el calentamiento de comida en el microondas porque necesitan tener su sistema inmunológico al 100%, y al calentarse en microondas los alimentos pierden algunas de sus propiedades, como en cualquier procedimiento de cocción, de ahí que se les recomiende consumir la mayor cantidad de alimentos en forma cruda.
Calentar la leche materna en el microondas la echa a perder Esto sí es verdad. Está comprobado que al momento de extraer la leche de los senos de la mujer y depositarla en algún contenedor, ésta pierde muchos nutrimentos, pero al momento en el que ésta se calienta a través de un horno de microondas, la pérdida de propiedades inmunológicas es total, por lo que al calentar leche materna en microondas y dársela a un bebé o darle agua simple sería exactamente lo mismo. Las bacterias no se mueren Hay personas que creen que con meter las verduras a cocer sin desinfectarlas previamente, con la acción del calor emanado por el microondas se eliminarán. Esto es totalmente falso. Estudios realizados en Londres por la Universidad de Cambridge afirman que algunas bacterias como la salmonella y la listeria monocytogenes (productoras de salmonelosis y listeriosis) no se eliminan a través de la cocción en microondas, y las posibilidades aumentan cuando el alimento se sala, porque la sal hace las veces de barrera protectora para que la bacteria no se elimine.
Utilizar recipientes de metal puede producir un corto
¡Cierto! Mucha gente piensa que si se introduce un recipiente metálico al microondas en cuestión de dos o tres segundos comenzará a arder y producirá un incendio, pero en realidad no es así. Podría provocarse un corto porque las ondas emanadas del horno en el metal (a diferencia del plástico, vidrio o cerámica que deja pasar las ondas) son reflejadas, y hace las veces de una especie de antena que puede producir chispas al interior del horno. Si metiste algún recipiente que tenga metal, ¡no te asustes! Sólo detén el horno, sácalo y listo.
La comida se enfría más rápido Hay personas que tienen la creencia de que el mismo tiempo que se tarda en calentarse algo dentro del microondas es el mismo en el que se enfriará, lo cual es absolutamente falso. Para que los alimentos se calienten no existen temperaturas rápidas ni lentas, en la estufa se tarda más porque el proceso de calentamiento es distinto a comparación de la fricción que se produce con las ondas del horno. Pero si dudas de esto, haz la prueba calentando a la misma temperatura un alimento de las dos formas y déjalo enfriar, te darás cuenta que el tiempo es exactamente el mismo.
El horno de microondas no es el demonio de la cocina como se nos ha hecho creer, aunque como todo en esta vida, tiene sus contraindicaciones. Vale la pena tomar en cuenta que en la medida en que se use de manera responsable, podremos aprovecharlo al máximo y conseguir los resultados que deseados.
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