En 1982, Sam Brenner (Adam Sandler), Ludlow Lamonsoff (Josh Gad) y Eddie Plant (Peter Dinklage) participan en un campeonato mundial de arcade, que es grabado por la NASA para enviar las memorias del año al espacio. El tiempo transcurre y, en la actualidad, los extraterrestres que encontraron las imágenes emprenden una guerra intergaláctica contra la Tierra, pues consideran que las escenas de los videojuegos de antaño son en realidad una declaración de guerra.
Así, los otrora gamers son convocados por William Cooper (Kevin James), mejor amigo de Sam de la infancia y ahora presidente de los Estados Unidos. Estos nerds, cuyas vidas tomaron giros distintos y no precisamente interesantes ante los ojos de la sociedad, se convierten en la única posibilidad de la humanidad de evitar el apocalipsis.
"Pixeles" (Pixels, 2015) es una película que toma la idea de la invasión de los videojuegos clásicos de un cortometraje homónimo (Patrick Jean, 2010), el cual, no obstante, contiene una línea narrativa muy distinta, si bien en el largometraje podemos distinguir algunas tomas que se antojan como homenajes a su antecesor.
Así, Chris Columbus (“Gremlins”, “Mrs. Doubtfire”, “Harry Potter y a Cámara de los Secretos”) dirige este filme para chicos y grandes, que casi podría ser una epopeya de la salvación del mundo, amenazado por peligros inminentes, tal como sucede en nuestros videojuegos favoritos. Los héroes de esta película podrían ser nuestros vecinos, aquellos con quienes rivalizábamos en las maquinitas cuando nos mandaban por las tortillas y usábamos el vuelto para dar vida a un minimundo que nos abría las posibilidades de convertirnos en seres súper poderosos.
Sin pretenderlo, en el mundo creado por los guionistas Tim Herlihy, Timothy Dowling y el propio Adam Sandler, los extraterrestres traen a la vida la oportunidad de que un grupo de civilian arcaders represente al mejor equipo contra la guerra, incluso superando, aunque sea por una vez, el entrenamiento militar.
El guión de la película permite que haya detalles que el espectador aprecie y casi agradezca, como referencias inmediatas a sus propias vivencias adolescentes (quien no se haya enamorado de un personaje ficticio, que lance la primera piedra). Los chistes, aunque más graciosos mientras más cercano se esté a la generación protagonista de la trama, no caen en el humor ingenuo ni completamente negro, de modo que, efectivamente, la película pueda ser vista por jóvenes y adultos (me queda duda de que aquellos que no disfruten de los videojuegos se entretengan con ella, pero el tiempo, y usted, querido lector, dirán).
Finalmente, "Pixeles" puede posicionarse como un homenaje no sólo a los videojuegos clásicos sino que se extiende a todos, así como a los recuerdos de infancia de las ya varias generaciones que han crecido inmersos en esta industria medular de entretenimiento.
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