Según "Terremoto: la Falla de San Andrés" (“San Andreas”), hay 1.3 millones de temblores al año y el más fuerte que se ha registrado en la historia ocurrió en Chile con una intensidad de 9.5 en la escala de Richter.Lo que están por enfrentar Dwayne Johnson "The Rock" y compañía, sentará un nuevo récord para la humanidad, pondrá en jaque a California y se ensañará con San Francisco.
Con toda honestidad, la película es mala, tiene pobres efectos especiales, en demasiadas escenas se nota a leguas la pantalla de fondo y la falsedad de los escenarios y maquetas. A ello se suma una trama incongruente, exagerada, con reacciones desproporcionadas e irreales por parte de los involucrados (sí, te hablamos especialmente a ti, Carla Gugino) y varios personajes de relleno que creen haber tenido una función clave en la historia cuando la realidad es que no (¿verdad, Paul Giamatti?).
"Terremoto: la Falla de San Andrés" narra las desventuras del fortachón piloto de bomberos Ray (Dwayne Johnson) quedesde los primeros minutos prueba su facilidad para ejecutar planes de rescate y tomar el liderazgo que se requiere en situaciones donde la vida de víctimas y su equipo está en juego.
Todo se derrumba (literalmente) después de que la famosa Falla de San Andrés se resquebraja a causa de fuertes movimientos telúricos, de los más poderosos que ha visto Estados Unidos jamás. Para colmo, la hija de Ray (Alexandra Daddario, la más creíble de toda la cinta) está en San Francisco con un risibleIoan Gruffudd, hacia donde se dirige el caos. No queda más que el protagonista y su exesposa (Gugino) se embarquen en una odisea por la supervivencia propia y la de la persona que más quieren.
Brad Peyton, con quien “The Rock” ya había trabajado en “Viaje 2:La Isla Misteriosa” (“Journey 2: The Mysterious Island”) prometió en la Wonder Con 2015 que ésta sería la mejor interpretación del actor y luchador, pues estaría más en contacto con su parte emocional. Es otra falsedad. Al tratar de explorar su vulnerabilidad a la par que sus escenas de acción, el protagonista sólo muestra sus carencias histriónicas y su falta de probidad para dotar de profundidad al noble Ray.
Las actuaciones se alejan de lo orgánico. Los movimientos (en especial en los momentos emotivos) se ven ensayados (en este renglón también caben los extras). Incluso las apariciones de Ioan Gruffudd y Paul Giamatti son irrisorias. Sólo Alexandra Daddario y sus acompañantes de tragedia, Hugo Johnstone-Burt y Art Parkinson, se salvan de la catástrofe que se deriva de la mala dirección de actores de Peyton.
Repito, “Terremoto: La Falla de San Andrés” tiene una trama incongruente, exagerada aunque es entretenida (da mucha tela para reír) por lo irreverentes que resultan sus yerros más que por susaciertos dentro del género de acción y catástrofes. Es un filme descuidado, todo lo contrario de “Mad Max: Furia en el Camino” (“Mad Max: Fury Road”).
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