Los humanos nos enorgullecemos mucho de nuestro cerebro y de nuestro supuesto «dominio» sobre las demás criaturas de la tierra. Pero el reino animal está lleno de criaturas inteligentes que seguramente sorprenderían incluso a los humanos más inteligentes con su inteligencia y habilidades si les diéramos la oportunidad. Caso en cuestión: ¿Crees que cosas como bailar, hacer trampa e incluso juegos de manos son invenciones humanas, exclusivas del Homo sapiens? Piensa otra vez. Prepárate para maravillarte con algunos de los animales más inteligentes del planeta, ¡algunos de los cuales te sorprenderán!

1. Los mapaches abren cerraduras

Si está planeando un robo animal caprichoso, definitivamente querrá un mapache anclando su escuadrón. En un extraño estudio de 1908 realizado por el etólogo HB David, los mapaches fueron capaces de forzar cerraduras complejas en menos de diez intentos, incluso después de que las cerraduras se reorganizaron o se voltearon al revés. Varios estudios realizados desde los años 60 hasta los 90 encontraron que los mapaches cuentan con una memoria impecable, capaz de recordar soluciones a tareas de hasta tres años. Dato adicional: gracias a su amplio rango de audición, los mapaches literalmente escuchan a las lombrices de tierra moviéndose bajo tierra. (Tú debes determinar cómo te beneficiará esto en tu atraco).

2. Los cuervos conocen la física

Los cuervos no solo pueden reconocer rostros para diferenciar entre especies depredadoras y benignas, sino que también entienden la física básica (como este cuervo de laboratorio que dominó el desplazamiento del agua para maniobrar una golosina a su alcance), se sabe que cambia los patrones de migración completos para evitar granjas donde los cuervos tienen han sido asesinados en el pasado, e incluso pueden memorizar las rutas de basura de la ciudad para que puedan atrapar los inevitables excrementos de comida el día de la basura. ¡Habla sobre algunos de los animales más inteligentes! Geniales, calculadores y conocidos por albergar rencor, los cuervos no deben compararse con gángsters per se, pero nos sentimos obligados a recordarte que un grupo de ellos se llama asesino.

3. Los cerdos usan espejos

Los cerdos también pueden ser el mejor amigo del hombre, según un artículo de 2015 del International Journal of Comparative Psychology. Al igual que los perros, se ha demostrado que los cerdos comprenden las emociones, demuestran empatía, resuelven laberintos, aprenden lenguajes simbólicos simples y, lo que es más adorable, hacen mejores amigos. Como algunos de los animales más inteligentes del mundo, los cerdos más jóvenes incluso avergüenzan a nuestros humanos más jóvenes. En un experimento en el que los cerditos británicos tenían que usar espejos para adivinar el camino hacia un plato de comida escondido, los cerditos de tan solo seis semanas aprendieron el concepto de reflejo en unas pocas horas, un hito que los bebés humanos tardan varios meses en comprender.

4. Los pulpos son maestros del escape

Estas criaturas con tentáculos, verdaderas destructoras de prisiones del mar, han demostrado una y otra vez su talento para abrir las tapas de los frascos con tapa de rosca, comprimir sus voluminosos cuerpos a través de pequeños agujeros y salir de forma imposible de los tanques de los acuarios para alcanzar su libertad. Otto, un pulpo de acuario alemán, incluso era conocido por arrojar piedras al vidrio y rociar agua en las lámparas del techo para provocar un cortocircuito en las molestas luces brillantes (en más de una ocasión). Agregue a su hoja de antecedentes penales la innovación de ensamblar refugios con cáscaras de coco, y no se puede negar que los cefalópodos algún día serán nuestros señores supremos.

5. Las ardillas usan el juego de manos

Si alguna vez se ha cuestionado a sí mismo al tratar de recordar la contraseña de una cuenta en línea, sepa que se ha rebajado a la inteligencia sub-ardilla. Según un estudio de la Universidad de Princeton, las ardillas grises son capaces de recordar dónde están enterradas miles de nueces, durante meses. Incluso usarán subterfugios para engañar a los posibles consumidores de nueces; En un estudio de 2010, las ardillas que sabían que estaban siendo observadas cavaron escondites falsos para sus nueces, haciendo alarde de cavar agujeros y darles palmaditas con tierra mientras escondían sus preciosas nueces debajo de las axilas o en la boca hasta que pudieran encontrar un lugar más adecuado. escondite en otra parte.

6. Los delfines hacen trampa

Los delfines a menudo se citan como los segundos animales más inteligentes de la Tierra debido a su relación relativamente alta entre el tamaño del cerebro y el cuerpo, la capacidad de mostrar emociones y la impresionante imitación de los simios tontos que los investigan. Ahora, los hallazgos del Instituto de Estudios de Mamíferos Marinos en Mississippi sugieren que los delfines también pueden ser los segundos animales más sigilosos de la Tierra. Cuando los delfines en el Instituto fueron entrenados para recoger basura en sus tanques e intercambiarla con entrenadores por peces, un delfín llamado Kelly descubrió una forma de jugar con el sistema. Al esconder restos de basura debajo de una roca en su tanque, Kelly rompió discretamente hojas individuales de papel desechado en múltiples pedazos, luego los entregó uno a la vez para maximizar su recompensa de pescado. El ingenioso engaño de Kelly, al parecer, no fue un accidente; los investigadores dicen que lo hizo todo a propósito.

7. Las abejas organizan concursos de baile

Las abejas han desarrollado lo que llamamos «inteligencia de enjambre», con hasta 50,000 trabajadores en una sola colonia que se unen para tomar decisiones democráticas. Cuando una colmena se llena demasiado en primavera, las colonias despliegan exploradores para buscar un nuevo hogar. Si algún explorador no está de acuerdo sobre dónde la colonia debería construir su próxima colmena, argumenta su caso de manera civilizada: a través de un baile. Cada explorador realiza un «baile de meneo» para otros exploradores en un intento de convencerlos del mérito de su lugar; cuanto más entusiasta era el baile, más feliz estaba el explorador con su lugar. El resto de la colonia vota con sus cuerpos, volando al lugar que prefieren y uniéndose al baile hasta que una colmena potencial reina como la discoteca de abejas número 1 del vecindario. Por desgracia, si tan solo el Congreso resolviera sus desacuerdos de la misma manera. Además, no debes tener miedo de las abejas.

8. Los elefantes no necesitan Facebook

En caso de que lo hayas olvidado, los elefantes tienen una memoria increíble. Son capaces de recordar rutas específicas a abrevaderos en increíbles tramos de terreno y en el transcurso de muchos años, y tampoco olvidan nunca a un amigo. En 1999, una elefanta llamada Shirley llegó al Santuario de Elefantes en Tennessee. Inmediatamente, una elefanta residente llamada Jenny se volvió animada y juguetona. No fue amor a primera vista; Jenny recordó a Shirley de cuando actuaron juntos brevemente en un circo, 22 años antes.

9. Los pollos saben formas y colores

Aunque los pollos a veces pueden tener un rap poco inteligente, en realidad son muy inteligentes. De hecho, incluso pueden diferenciar ciertas formas y colores. De acuerdo con Melissa Caughey, autora de How to Speak Chicken and A Kid’s Guide to Keeping Chickens, “Entrenado a un clicker para picotear una de cuatro formas diferentes, como un círculo, un cuadrado, un triángulo y un rectángulo, los pollos en un estudio siempre podían elegir su forma fuera de la agrupación, sin importar cómo estuvieran dispuestas las formas. Cuando se eliminó su forma particular, los pollos la buscaron con curiosidad y no picotearon las otras formas. Cuando se reintrodujo la forma correcta, la picotearon como se les había enseñado”.

10. Las ratas resuelven acertijos

Es posible que no pienses en las ratas como los animales más inteligentes, ya que los humanos las usan continuamente para experimentos. Pero, ¿consideraste que la razón por la que los usamos es porque son inteligentes y pueden manejar los rompecabezas que les lanzamos? Pueden memorizar rutas (de ahí los laberintos), aunque su vista es mucho, mucho menos aguda que la nuestra. Y sus habilidades para resolver problemas están a la par de las de los perros, a pesar de que sus cerebros son mucho más pequeños. Igualmente impresionante, un estudio de Harvard Business Review encontró que «aunque el cerebro de la rata es más pequeño y menos complejo que el cerebro humano, la investigación ha demostrado que los dos son notablemente similares en estructura y función».

11. Las palomas pueden memorizar imágenes

Aquí hay otro de los animales más inteligentes de los que probablemente tengas exactamente la impresión opuesta. Las palomas, a pesar de su estilo de caminar cómicamente «torpe» y sus miradas aparentemente vacías, ¡no tienen un «cerebro de pájaro» como podría pensarse! En un complejo estudio alemán, a las palomas se les mostraron 725 imágenes aleatorias en blanco y negro, una a la vez. Pudieron diferenciar entre las imágenes en un juego de identificación que, según Psychology Today, daría problemas a la mayoría de los humanos. No estamos diciendo que la próxima vez que ahuyentes a una paloma, esta recordará tu cara por toda la eternidad, ¡pero deberías tener cuidado por si acaso!

12. Los lobos grises africanos son tan inteligentes como un niño de tres años

Además de poder imitar a los humanos, los lobos pueden resolver acertijos basados ​​en el razonamiento lógico. Según Live Science, estos lobos son tan inteligentes como un niño de tres años. “Los lobos pueden sacar conclusiones sobre dónde encontrar una recompensa de comida no solo a partir de pistas sobre su ubicación, sino también por la ausencia de pistas, una habilidad que antes solo se veía en humanos y otros simios. «Sugiere que los lobos grises tienen cierta comprensión de la causalidad y que pueden usar esto para razonar sobre el mundo», dijo a WordsSideKick.com el científico del estudio Christian Schloegl, investigador de la Universidad de Viena.

13. Las arañas Portia usan prueba y error

Es un género de araña cuya innegable inteligencia está a punto de aumentar tu aracnofobia. (¡Afortunadamente, no representan ningún peligro para los humanos!) Hay varias especies de Portia, nativas del sudeste asiático, partes de África y el noreste de Australia. Y sus tácticas de caza muestran una clara evidencia de habilidades para resolver problemas: si una técnica no funciona, probarán otra, alterando su método si algo funciona en una especie de araña presa y no en otra. Se han ganado el apodo de «gatos de ocho patas» debido a su hábil caza impulsada por la inteligencia. A veces les toma horas y horas acechar a una sola araña presa, posándose en su telaraña y moviéndose tan lentamente que no causan ninguna reverberación que pueda dar pistas sobre su presa.

14. Los perros son tan inteligentes como los niños pequeños

Hay una razón por la que los perros son los mejores amigos del hombre. No solo son adorables, también son increíblemente inteligentes. Tienen emociones, aprenden trucos, reconocen a sus dueños, pueden sentir los sentimientos de los demás, y eso no es todo lo inteligente que pueden hacer los perros. Según Live Science, son tan inteligentes como un niño de dos años. “El hallazgo se basa en una prueba de desarrollo del lenguaje, que revela que los perros promedio pueden aprender 165 palabras (similar a un niño de dos años), incluidas señales y gestos, y los perros en el 20 por ciento superior en inteligencia pueden aprender 250 palabras”. dice el artículo de Live Science. “Mientras que los perros se clasificaron con los niños de dos años en lenguaje, superarían a un niño de tres o cuatro años en aritmética básica, descubrió [Stanley Coren, un experto canino y profesor emérito de la Universidad de Columbia Británica]. En términos de inteligencia social, a nuestras bolas de pelo babeantes les va aún mejor”. Y hay un montón de cosas que los perros pueden oler que los humanos no pueden, ¡así que eso también tiene que contar!

15. Los chimpancés son muy similares a los humanos

Como era de esperar, los chimpancés son uno de los animales más inteligentes de este planeta, después de los humanos, por supuesto. Al igual que los humanos heredan su inteligencia de su madre, la inteligencia de un chimpancé también depende en gran medida de sus genes. “Pueden aprender palabras, jugar con objetos e incluso parecer llorar la muerte de sus amigos”, dice National Geographic. «Los genes determinan aproximadamente la mitad de la variabilidad en la inteligencia de los chimpancés y los factores ambientales la otra mitad, según el primatólogo William Hopkins, del Centro Nacional de Investigación de Primates Yerkes en Atlanta, Georgia, y sus colegas». Los chimpancés también tienen su propia forma de hacer la vida un poco más fácil. «Se sabe que los chimpancés fabrican y usan herramientas para tareas simples como abrir frutas y nueces. De hecho, los estudios han demostrado que algunos de estos primates fabrican lanzas para cazar presas más pequeñas y ramas largas para excavar en busca de termitas”, según Caleb Backe, experto en salud y bienestar de Maple Holistics.